mi subconciente ecléctico

martes, enero 30, 2007

Hace poco vi Borat y recordé un efecto que he tenido con otras películas. Resulta que empiezo a verla y digo "es genial", me transmite no sólo lo que visualmente ocurre, no únicamente lo creativo de la idea o de la historia, hay una sensación de placer adicional que me hace pensar, sin poder explicarlo, que "es arte". Hay una minoría de películas que me lo transmiten todo el tiempo, y con mayor intensidad si las veo en el cine, el último ejemplo que tengo es Babel. El sentido de la genialidad de Borat era la crítica a los paradigmas, particularmente en las sociedades capitalistas y específicamente la cultura del estadounidense. Sin embargo llega a un punto en que para mi gusto (posiblemente tocó a mis propios paradigmas) sobrepasa la profundidad de una crítica y se convierte en humor bizarro y tonto a la vez, sin mayor propuesta. Hace mucho que no me reía tanto con una película, y la idea original me parece una genialidad, pero en mi opinión hubo varias escenas que por su escasísima estética visual me sacaron completamente del contexto placentero en el que me había hundido. Algo similar me pasó con From Hell, la primera mitad me pareció excepcional, la segunda mitad parece escrita por un guionista diferente, de tal manera que al final queda un sabor que no sobrepasa al de "otra película mediocre".

En el caso de Babel, me preguntó un amigo por qué me había gustado. Independientemente de los elementos visuales y de sonido que me parecen geniales, me transmite eso que me hace distinguir arte de una película para pasar un buen momento. Por ejemplo
Crash me pareció genial (en este mismo contexto de historias separadas que de alguna manera se conectan, creo que la mamá de este género es Pulp Fiction), pero no me dió ese extra que me ofreció Babel. Amores Perros me gustó mucho y es una película que puedo ver cualquier cantidad de veces, luego 21 Grams me parece que visual y sonoramente tiene muchas mejoras respecto a Amores Perros, pero la historia no tiene la cohesión para mantener al espectador atento a los detalles durante las dos horas. Babel combina (y además supera) la profundidad de las historias de Amores Perros, con la calidad cinematográfica de 21 Grams. Las comparo directamente porque es la trilogía González Iñárritu/Arriaga.

La historia de Babel trata de los problemas de comunicación, parece obvio por el título, pero es tan sutil en la historia que estoy seguro que mucha gente no se percata. Es una película de malos resultados de buenas intenciones. Los humanos no solamente hablamos diferentes lenguas, también hablamos diferentes culturas, diferentes paradigmas. Nuestros contextos y traumas llegan a ser tan diferentes, que un rifle de cacería puede llegar sin mala intención a las manos de un niño marroquí que por lo que le ha tocado vivir, se enfrenta a una adolescencia prematura (valga la expresión) y sin mala intención dispara para mantener el respeto de su hermano; una mujer norteamericana casi muere y se califica internacionalmente de terrorismo. Una sordomuda no encuentra los elementos de comunicación para satisfacer su necesidad de contacto físico, por el suicidio de su madre. Algunos niños mexicanos pueden disfrutar que maten a una gallina, le corten la cabeza y el cuerpo siga caminando; para un niño estadounidense puede ser una pesadilla surrealista.

Borat, finalmente se burla de estos problemas de comunicación, pero se queda en una crítica barata que no parece profundizar por ninguna vía. Para mi sorpresa y desencanto, ambas están calificadas igual, 7.8 en la
International Movie Database que es donde generalmente me ayudo a tomar decisiones respecto a qué debo ver en el cine. Por cierto Amores Perros y Crash (y por supuesto Pulp Fiction), están en el Top 250.

viernes, enero 26, 2007

Imagínate que eres un señor de sesenta y cuatro años, has tenido una decena de hijos con al menos tres mujeres aunque sólo con una te casaste. Tu posición económica es bastante buena, de tal manera que desde los cuarenta años decidiste cerrar tu negocio y "vivir de tus rentas". No fue fácil en un inicio, aunque tu padre era un terrateniente del centro de México, desde los ocho años te hizo trabajar arduamente, a los doce ya eras chofer y cargador; alguien te enseñó a leer y medio a escribir, sabes sumar, restar, multiplicar y dividir a duras penas. Un día decides casarte, con la esperanza de que tu padre te dará parte de sus tierras para mantener a tu familia. No es así, te dice "muy bien mijo, ahora si tiene qué trabajar para dos". Pero vives en México, corre la Segunda Guerra Mundial y eres católico, no te han educado para tener convicción, siempre has recibido órdenes, términos como anticoncepción ni siquiera han cruzado tu mente u oídos. Tienes una esposa y una hija y estás sumido en la pobreza, pero tienes un ego del tamaño del mundo para compensar tu falta de autoestima. Así que contra viento y marea sales adelante, vives en un rancho muy cerca de una ciudad en pleno crecimiento, lo que te permite, trabajando dos turnos, conseguir una oportunidad de negocio. Te das cuenta que hay un producto que revolucionaría un nicho de mercado de la construcción, ahorraría costos de manera impresionante, y como a ti se te ocurrió, serías, de entrada, un monopolio. Mandas fabricar tu producto y tu proveedor te hace algo de pésima calidad. Te vuelves a ver sumido en la pobreza. Vuelves a tener el empuje de trabajar arduamente, ya son dos hijos y viene otro en camino. Haces una "piquita" de zapato. Afortunadamente, la ciudad donde pusiste tu pequeña fábrica está creciendo fundamentalmente por la industria del calzado, así que no te cuesta mucho trabajo vender, en pocos años tu "piquita" ya es una fábrica con decenas de empleados. Con el tiempo, compensando que no tuviste niñez ni adolescencia en términos psicológicos, empiezas a disfrutar de tu posición económica, que incluye por supuesto alcohol, mujeres, autos. La combinación de tus traumas y los de tu esposa te llevan a un divorcio más que necesario, urgente. Esta vida con otras mujeres aunado a tu falta de educación te lleva a tener hijos con otras personas. Aunque las mantienes no quieres casarte ya, primero porque es pecado(sic) y la verdad es que parece que sólo te quieren por tu dinero. Un día, sumido en la soledad (tus mujeres, tu exesposa y hasta tus hijos te desprecian); ves a una mujer que te atrae demasiado. Tu seguridad fincada en tu posición económica te hace acercarte a ella, quien no parece tener mucho interés en ti. Con el tiempo la conquistas; te dice que aunque no es casada, ni tiene pareja, tiene un hijo. Esto no te asusta, por el contrario piensas que ella también ha sufrido como tú, y estás definitivamente enamorado, a diferencia de las demás no ha mostrado mínimo interés en tu dinero. Aceptas a su hijo de seis años, lo tratas de maravilla porque sabes que es fundamental para que ella te acepte como pareja. La convences de casarse.

Tienes sesenta y cuatro años y tu vida vuelve a comenzar. Tienes de nuevo una familia. Pero este nuevo hijo que no es de tu sangre es una seria competencia de la atención de tu mujer. Te desespera sobremanera porque como siempre fue muy consentido por sus pseudo figuras paternas y quien lo educó fue una mujer todo el tiempo, te parece que no le han enseñado a ser un hombrecito. Para empezar es delicadísimo con la comida, si a él le hubiera tocado pasar las penurias que tú pasaste, lo que le dieran se comería. Es débil y gordo, pasa mucho tiempo leyendo historietas y viendo caricaturas. Afuera tiene 80 metros para correr, una cancha de básquetbol, raquetas de badmington y todo lo que el niño quiere es encerrarse en su fantasía. No, la vida no debe ser tan fácil para él. Le dices "desde mañana, antes de ir a la escuela vas a salir a correr". Por obligación, el niño lo hace. Adelgaza y se fortalece, antes le ganabas en todo, ahora te gana y eso afecta tu ego, decides dejar de jugar con él. El niño saca excelentes calificaciones todo el tiempo, a veces muestra claramente que tiene más educación que tú, con el 10% de tu edad. Las discusiones que se hacen cada vez se van acallando más con un "¡así es, porque lo digo yo!", no puedes ceder tu autoridad. El niño sigue siendo tímido, es demasiado "tierno" con su nuevo hermanito y a pesar de que ya hace ejercicio sigue ocupando mucho tiempo en lectura y televisión. Lo que le hace falta es sufrir.

El niño ya tiene quince, ya no es un niño, ha entrado a bachillerato, quiere entrar a la selección de atletismo, pero debe aprender de la vida, que además de estudiar trabaje. Si, fue una buena decisión, en la mañana trabaja, en la tarde va a clases y en la noche hace tareas, ya no es una molestia, y hace meses que no te pide un centavo.

Quiere salir con sus amigos, quiere disfrutar las ventajas de tener ingresos. Esas ventajas te costaron a ti 30 años, él tiene 15. No, seguramente se tiraría a vicios como tú lo hiciste. Cada vez hace más conflicto porque no le permites salir, a veces hasta llora, ¿qué clase de hombrecito es éste?, ¿a qué clase de lugares querrá ir hasta la una de la mañana?

Un día te llaman de su escuela. Reprobó, de manera inaudita, tres materias. Vas y hablas con la coordinadora de su generación, que te dice "mire, el muchacho es muy inteligente, pero desde que tiene novia...". Decides no escuchar todo lo demás. "¡Tiene novia!", "¡Entonces no es homosexual!". En la noche, cuando llegue, que lo regañe tu esposa, tu estás satisfecho, formaste a un hombrecito después de todo.

Todas las discusiones posteriores han sido mucho más intensas, porque ahora ya sientes que discutes con un hombre. Ahora ya lo dejas salir, pero sólo si es con su novia y una vez por semana. Un día decide dejar de pedirte permiso, hacer caso omiso a tus órdenes, le dices que si vuelve a desobedecerte dejarás de pagarle la escuela. No parece importarle, finalmente estás perdiendo tu autoridad, ahora sí es una competencia de macho dominante. La mayoría sabe como termina la historia, poco tiempo después me fui de la casa.

La cuestión es, y hace un par de meses me cayó el veinte, que mi padrastro creía que yo era homosexual, háganme el ídem favor.

lunes, enero 22, 2007

Voy a hacer un esfuerzo por platicarles, lentamente, la historia de un juego de rol que estoy corriendo (más lentamente aún), de Vampire: Dark Ages.

Preludio.
Toutes les beautés contiennent,
comme tous les phénomènes possibles,
quelque chose d'éternel
et quelque chose de transitoire—
d'absolu et de particulier.

Charles Baudelaire.

Escena 1.

Es una noche extraña, la primera en meses sin nieve. El frío es soportable. Debe ser una señal. Voy a extrañarlos, pero aún queda mucho por descubrir antes de desposarme. No es que sea detestable, simplemente no lo deseo ahora. Mi padre siempre ha sabido salir adelante. Debo asegurarme de no hacer ruido y más vale que Jack sea igual de cuidadoso... ya escucho los ronquidos de mi padre. Espera, debo pensarlo por un momento como el Sabio Rodric me enseñó. Bueno, de cualquier manera ya estaba aburrida de vivir aquí. Extrañaré a Rodric... algún día he de volver.
(Relinchido de un caballo)
¡Maldición!, sólo debo darme prisa.
- ¿Estás segura? -dice Jack.
Por supuesto que no lo estoy.
- Si, estoy segura, vámonos de aquí.

La oscuridad es mucho más intensa en las profundidades del bosque.
- Debemos encender antorchas.
- Si papá nos sigue, le facilitarás encontrarnos.
- Y si no vamos más rápido le facilitaré alcanzarnos.
- Descuida, traje la espada.
- No la blandirías contra tu padre.
- Contra cualquiera que te hiciera daño.
- Olvídalo, debes regresar, a partir de aquí voy sola.

- Puntos rojos en la oscuridad, ¡hay lobos!, no nos quedará otra opción que encender las antorchas.
(Los puntos rojos se acercan mientras las encienden, y ya encendidas:)

- ¡Eso no es un lobo!
¡¿Qué demonios son estas extrañas cosas, cómo se pueden mover tan rápido, y a dónde quieren llevarme?!
(Un jinete se acerca)
No Jack, es inútil que pelees contra ellos, te matarán...

- ¿Qué demonios quieren de mi?
- No te haremos daño, tu destino te ha invocado.
Estas cosas hablan... ¡como personas! Ahora llegó mi padre, ¿qué más podría pasar?
(Oscuridad profunda, sonidos de espadas que chocan, entre ellas, contra rocas, contra carne, gritos de dolor).

- Entiendan, no tienen oportunidad contra nosotros, salven su vida, no le haremos daño a la niña.
- Hijo, tienen razón, aún si le hicieran daño, no soportaría perder a dos hijos.
- ¡Siempre tu cobardía por delante! ¡Por eso ibas a permitir que se casara! ¡Por eso decidió irse de la casa, tú provocaste esto!
(Jack vuelve a blandir, herido, pero con frenesí, su espada contra uno de los dos extraños seres, lo golpea de lleno, él estaría seguro de eso, pero su espada rebota como si hubiera golpeado a una piedra, tal vez sea la falta de luz, la antorcha se está extinguiendo, el ser da tremendo golpe al muchacho, que queda tendido, inconciente, en el suelo).

- Váyanse y no vuelvan a molestar a mi familia. No hablaré con nadie de lo que aquí ocurrió.
- No le haremos daño a su familia, su hija va con nosotros porque es ese su destino, pero su vida mejorará sin duda.
(El hombre sube, resignado, a su hijo a uno de los caballos, que amarra al suyo, cuando voltea, los seres han desaparecido, junto con su hija).

Tal vez he sido un cobarde, en mi esfuerzo por ser sensato en este pueblo de salvajes... ¡ese sonido atravesando el viento!

- ¡Argh!

Gracias a los dioses muero, finalmente han tenido compasión.
Esperen, no hagan daño a mi hijo, esperen...

La esperanza muere al último, pero inevitablemente muere.

lunes, enero 15, 2007

A mi edad, y a la de la mayoría de mis lectores, el proceso de cumplir años casi siempre implica el efecto "estoy envejeciendo", en algunos a un nivel muy superficial como "me estoy quedando calvo" o "me estoy arrugando", y otros a nivel de "yo creía que cuando tuviera 30 años iba a tener dos doctorados, un Ferrari y una linda familia". Abraham Maslow generó su famosa pirámide de necesidades, enlistando con una regla a la que podemos llamar trascendencia, de abajo hacia arriba: necesidades fisiológicas, de seguridad, de pertenencia, de estima y de autorrealización. Hace algunos meses discutía con un buen amigo si dicha pirámide sería congruente con algo que podríamos llamar "pirámide de madurez", es decir, mientras más alta tu necesidad, mayor tu madurez mental. En aquel momento no teníamos mucha información a la mano, pero yo comencé a relacionar la pirámide de Maslow con las etapas psicosexuales de Freud, debido a que un par de meses antes una prominente psicóloga de mi ciudad natal me explicó que las lesbianas se habían quedado en la fase oral, los homosexuales (hombres) en la fase anal y la mayoría de los heterosexuales en la fálica (o uretral), de tal manera que reducía las causas de la homosexualidad a un problema de madurez. Yo inmediatamente salté diciendo que el promedio de mis amigos homosexuales es claramente más maduro que el promedio de mis amigos heterosexuales. Le dije además que no me parecía un problema psicológico ser homosexual debido a que era parte de la naturaleza, le comenté que por ejemplo todos habíamos visto a perros del mismo sexo lamiéndose sus partes nobles. Su respuesta que destruyó mi defensa fue "¿y cuál te gusta que sea la edad mental de los perros?". Hace poco menos de un mes discutía con un amigo (biólogo) que tiende a animalizar excesivamente el comportamiento humano, que de acuerdo a la pirámide de Maslow los animales en general iban a tener necesidades de primer nivel (fisiológicas), y que las investigaciones que emiten los juicios más aventurados de comportamiento animal muestran necesidades de cuarto nivel (de estima) como máximo; conseguí que finalmente cediera un poco en su necesidad de hacer paralelismos con animales todo el tiempo y entonces volvió a conectarse en mi mente la relación en un inicio ecléctica entre la pirámide de Maslow y las etapas psicosexuales de Freud.

Después Maslow agregó el nivel cognitivo y finalmente el estético. Entonces tenemos, en ese orden, si consiguió cumplir su necesidad, al:
1. Artista
2. Científico
3. Emprendedor/Genital (Después de la pubertad): Aquí se generan los problemas de relaciones insatisfactorias, frigidez e impotencia.
4. Rompecorazones/Latencia (6 años a pubertad): Aquí se generan las bases de posteriores problemas de insatisfacción sexual.
5. Popular/Fálica o Uretral (3 a 6 años): Complejos de Edipo/Electra (competencia con el padre del mismo sexo para aceptación del padre de diferente sexo).
6. Sensato/Anal (18 a 36 meses): Aquí se generan los primeros elementos que muestran si la persona será excesivamente ordenada y cuidadosa o lo contrario.
7. Animal/Oral (0 a 18 meses): Aquí se generan las bases de posteriores dependencias fisiológicas (comer en exceso, tabaquismo).

Por supuesto este paralelismo no pretende decir que los niveles de Maslow se dan en la misma temporalidad que las etapas de Freud, sólo muestran que al menos en este sentido si se podría considerar una "pirámide de madurez mental".

viernes, enero 12, 2007

Ayer vi, después de una larga espera, una película de Jodorowsky. El Topo fue la segunda que dirigió, la que más le han aclamado, dicen que John Lennon alguna vez declaró que era su película favorita, y gracias a él y a Yoko Ono se pudo distribuir en E.U. Mi escaso conocimiento de cine surrealista se ha visto reducido a una decena de películas de Buñuel y David Lynch, por lo que El Topo me pareció una radicalización del surrealismo. Por supuesto no lo digo peyorativamente, la película significó tanto y más de lo que esperaba, con excesivo simbolismo y una fotografía impresionante, me envió más mensajes ella sola que el conjunto de películas surrealistas que había visto. Mi película surrealista favorita es Le Fantôme de la Liberté de Buñuel, que de una manera por demás fina, hace una profunda crítica a la sociedad burguesa. El Topo no es fina, es descarada, sucia, sangrienta, pervertida (es de las pocas películas no pornográficas que presentan escenas sexuales reales), además la edición de sonido es terrible e inmediatamente te percatas de los pocos verdaderos actores que participan; Buñuel se enfocó en un tema y lo desarrolló con genialidad cinematográfica y Jodorowsky se esforzó por abarcar todos los temas posibles, el desarrollo cinematográfico se hizo en un contexto por demás experimental; un ejemplo es Mara Lorenzio, quien actuó el principal rol femenino (un personaje que también se llama Mara), dicen que un día lo visitó porque se "malviajó" con LSD (Jodorowsky es terapeuta alternativo en Psicología, con influencias Lacanianas -psicoanalíticas-, el propio Erich Fromm -famoso psicólogo, crítico de Freud- le mandaba a sus alumnos de la UNAM) y después de ayudarla le dijo "serás la principal actriz de mi película", después del rodaje no volvió a verla. En este entorno de "surrealismo mexicano", donde lo que serían Samuráis para China son vaqueros y charros; los pobres cargan literalmente en su espalda a los burgueses, los líderes militares no son vistos como otra cosa que cerdos y el mal es representado por una sensual morena que jamás usa sostén. Creo además que los revólveres representan al ego en toda la película.

Es un filme extremadamente religioso, desde el punto que el orden de la historia pretende ser bíblico, (génesis, profetas, "psalmos") critica profundamente la religión occidental (aunque le da un lugar de respeto a la verdadera fe), y hasta cierto punto enaltece a los maestros de la religión oriental, a quienes se enfrenta el Topo, intelectual y físicamente. Enmedio del inmenso entorno y simbolismo religioso, en el que incluye de manera por demás misógina (congruente con la biblia), el papel de la mujer como representante y literalmente amante del demonio (o del mal), causa de la perdición del hombre-dios; observa de cerca la voluntad y los vicios personales. Después que el hombre cae alcanza la inmortalidad y la iluminación. Esta caída representa al Antiguo Testamento, la iluminación al Nuevo. Critica tambén al poderoso capitalista, a la sociedad hipócrita de ultraderecha, no los califica de menos que asesinos y esclavizadores.

La recomiendo mucho, particularmente si desean hacer temblar sus propios paradigmas, aquellos de los que no se habían percatado que ahí seguían. Vayan con actitud receptiva, la película ha sido comparada con un "malviaje" alucinógeno, pero realmente no es necesario meterse algo para entenderle, al olvidarse de la sutileza, Jodorowsky consigue darles bastante claridad a sus múltiples mensajes.

viernes, enero 05, 2007

NesP.
Como ya lo había mencionado, estuve leyendo a Jodorowsky, medio libro explica una terapia surrealista llamada Psicomagia (la persona que trató de explicarla en Wikipedia, no se basó en publicaciones de Jodorowsky, quien creó esta terapia). Ahora estoy leyendo The End of Faith de Sam Harris, (aún no me llega The God Delusion). De Jodorowsky a Sam Harris y desde un punto de vista que va de lo artístico/poético a lo científico/positivista, el punto focal es un concepto que entendemos (o mejor dicho, no entendemos) como fe. Para que la fe exista se requieren dos cosas, la primera es que no haya algún fundamento lógico que la respalde, la segunda es que exista algún elemento externo en el que se vea inspirada. Jodorowsky habla por ejemplo de una fe en el psicomago, si el consultante no lo cree capaz de ayudarle difícilmente obtendrá un resultado. El catolicismo habla de fe en muchos seres superiores (un dios, varias vírgenes y cientos de santos; y se dicen monoteístas...), fe en los rituales en torno a ellos. Conocemos cientos de ejemplos de la fe católica, yo mismo les puedo decir que algún día tuve fe en el dios católico y obtuve resultados innegables, ¿milagrosamente?, por supuesto que no, lo que me atrae de la fe no es algún tipo de conexión con un ente espiritual, sino lo que internamente tenemos, que no comprendemos y que provoca que funcione. Les voy a platicar algunos ejemplos psicomágicos:

Un hombre se siente avergonzado de su sangre, ya que es un hijo incestuoso después de que su abuelo, que además es su padre, violó a su mamá. Jodorowsky le propone bañarse con dos litros de sangre de vaca, vestirse con un buen traje estando aún empapado en sangre, salir a la calle y asumir una posición de orgullo ante las miradas. El hombre que realizó el ejercicio escribió agradecido a Jodorowsky, diciendo que perdió la vergüenza por su pasado.

Un hombre tenía eyaculación precoz, por lo que estaba muy angustiado, tan sólo duraba veinte segundos. Jodorowsky le pidió que pusiera un cronómetro esa noche y se propusiera a romper su propio récord; que le dijera a su esposa "te haré el amor más rápido que nunca, tardaré tan solo diez segundos". El hombre regresó al otro día agradecidísimo, no pudo romper su récord, por el contrario, cuando al terminar vio el cronómetro, se percató que estuvo teniendo sexo por media hora.

Así hay decenas de ejemplos, que por más absurdos que parezcan tienden a resultar efectivos. El tema que me ha estado rondando desde hace un mes es que si por ejemplo partiéramos de que lo que creemos que es el alma en realidad fuera el inconciente freudiano, a través de su estudio podríamos llegar a comprender los mecanismos de la fe, para desarrollar un concepto del que se habla pero que en realidad no existe, la "fe en uno mismo", que pudiera ser confundida con "la fuerza de voluntad", pero la verdad es que la gente que realmente tiene fe acude a ella hasta que enfrenta situaciones que sobrepasan (o creen que sobrepasan) su voluntad, mi hipótesis es que con una "autofé" extenderíamos la frontera que hasta ahora es delimitada por los paradigmas y daría pie a la eliminación de creencias obsoletas como las del catolicismo y charlatanería creativa como la de Jodorowsky. ¿Creen que tiene fundamento lógico bañarse en sangre de vaca?, ¿que un eyaculador precoz deba forzarse a terminar cada vez más rápido?; ¿que repetir un mantra (rezar el rosario por ejemplo) pueda mejorar mi vida?; no son este tipo de actos los que tienen la fuerza de solucionar o mejorar una condición, es la fe en dichos actos.