mi subconciente ecléctico

jueves, marzo 29, 2007

De Jodorowsky a Aronofsky.

Así como el año pasado mi película favorita fue Babel y representó (obviamente desde mi punto de vista) la consolidación del cine de este subgénero de las historias separadas en espacio y/o tiempo y que de alguna manera se conectan; este año, bueno, específicamente, esta semana, me ha tocado ver dos películas que parece que traen de regreso el cine surrealista.

Jodorowsky en El Topo hace un esfuerzo extraordinario por disparar decenas de mensajes diferentes a la audiencia, olvidándose de sutilezas, de manera ecléctica y saturada de escenas punzantes para agitar a las mentes más frías y calculadoras. Jodorowsky representa para mí, en el cine, el extremo del surrealismo, siendo el centro posiblemente Buñuel. Aronofsky estaría en el extremo contrario. Hace pocos días vi The Fountain esperando ver algo de la calidad de Requiem for a Dream. Son películas muy diferentes, en The Fountain mantiene la calidad visual de Requiem (aunque sin la misma calidad de música), pero es una historia que se preocupa por asuntos de mayor profundidad.

El surrealismo es claro y a la vez sutil, la historia es contada de manera ingeniosa de tal suerte que toma de los hombros al protagonista y lo agita violentamente inyectando de manera precisa el mensaje en la mente del espectador más distraído, un mensaje de vida eterna, sin pretender que esto suene evangélico, aunque si algo tienen en común El Topo y The Fountain es la referencia continua al budismo Zen.

Bueno, pues cuando la vi sólo pensé que quién mejor que Aronofsky para hablar en un idioma surrealista contemporáneo (que parecía monopolizado por David Lynch), mayor fue mi sorpresa cuando vi, con mucho menor expectativa Stranger than Fiction.

Hay varias formas de contar el humor negro en cine, está por ejemplo el humor inglés como en Snatch, el humor negro hollywoodense como en Very Bad Things, el humor negro de terror como en Dawn of the Dead (Shaun of the Dead es humor inglés burlándose de ella, muy recomendable). Pues lo que vi en Stranger than Fiction fue humor negro de muy buena calidad contado de manera surrealista.

Con un muy buen reparto que incluye a Dustin Huffman, Emma Thompson, Will Ferrell (sí, el de SNL, pero tambíen el de Melinda and Melinda) y Maggie Gyllenhaal, entre otros; Marc Forster dirige una historia sumamente creativa que al final decae por la gran promesa incumplida, el argumento hasta tres cuartos de la película genera tal expectativa que me parece era imposible cumplir bajo ese contexto.

La agradable sorpresa fueron las excelentes actuaciones, de nuevo el excelente mensaje (que por cierto se relaciona también con la muerte) y los sentimientos que transmite al espectador. Y como cereza del pastel (o del helado, lo que les guste más) algunas críticas sutiles al cine comercial que me generaron muchas sonrisas.

Muy recomendables las dos, ansío ver la película que en tres o cuatro años consolide esta tendencia de regreso al surrealismo que parece ir a la alza, si es que tengo razón.

martes, marzo 20, 2007

Hace varios meses un amigo me pedía ayuda para elegir correctamente su carrera. Me pareció una gran responsabilidad y no pude evitar recordar cómo fue mi proceso de elección.

Por allá del segundo semestre de preparatoria nos hicieron un test que aparentemente nos respondería de manera más o menos satisfactoria cuáles eran nuestros deseos y capacidades en términos de carrera universitaria a elegir.

La respuesta a ese inmenso test (de dos o tres horas) fue poco menos que inútil: "Puedes ser exitoso en cualquier área que elijas, evita trabajos al aire libre"...

Bueno, pues como no me resolvió nada absolutamente (siempre he estado cómodo en una oficina), decidí seguir con mi plan, que era simple y llanamente elegir en bachillerato el área que según yo más se me facilitaba: Administración.

En dicha área conocí algo que se llama Contabilidad y se me facilitó enormemente... me facilitó a su vez la decisión de carrera y poco tiempo después entré a ella. Muy mala decisión por cierto porque en algún punto abstracto entre el cuarto y quinto semestre deserté con la certeza de que jamás me dedicaría a un trabajo tan bizarro y desagradable :D.

No es mi intención culpar a dicho test que me hizo perder dos o tres horas que pude haber perdido mejor, pero mi amigo me comenta que los tests que ha hecho últimamente por parte de la escuela le han servido exactamente para lo mismo... nada.

Me puse a buscar tests en internet y me encontré con uno bastante sencillo que me tomó unos cinco minutos contestar, ¿y qué creen?, salió que debía ser escritor. No es que ciertamente yo deba ser escritor (que me entusiasma como 10 millones de veces más que ser contador), sin embargo, si el resultado de mi test de segundo semestre me hubiera orillado al área de Humanidades, en vez de Administración, mi futuro hubiera cambiado de manera considerable. En Humanidades me hubiera "reacercado" a la Filosofía, a la Psicología, a la Comunicación, a la Literatura por supuesto, y el terror del Derecho me hubiera alejado de su hermano menor y cuadrado, la Contabilidad. Tampoco es que el futuro haya sido o esté siendo particularmente malo, pero finalmente fue una buena opción que no pude ver y que nadie me enseñó.

Mi amigo sigue con dudas y le sugerí una serie de ejercicios que espero le ayuden; su "problema" es que tiene enorme capacidad de análisis y síntesis, además de dedicación (tiene beca de excelencia), entonces la verdad, en prácticamente cualquier área le iría bien, el punto es encontrar la que le sea placentera.

En esta búsqueda de tests me topé con uno de personalidad muy interesante y estoy en este momento experimentando con mis amigos, las interrelaciones y cómo la posible compatibilidad puede facilitar que las personas construyan "círculos de confianza".

Resulta que Freud tuvo tres pupilos particularmente sobresalientes, desde mi punto de vista, Víktor Frankl, Jacques Lacan y Karl Gustav Jung. Mientras Frankl se puso a profundizar en sus terapias con una enorme visión filosófica y Lacan se mantuvo ahondando en una línea más puramente freudiana; Jung (entre otras cosas) generó arquetipos que serían la base de varios modelos de "medición" de la personalidad. Mi pseudopasión por las Matemáticas directamente reflejadas en la vida diaria me están invitando a echarme un clavado en los escritos de Jung y otros psicólogos contemporáneos que desarrollan esta Psicología Cuantitativa o Psicometría (no confundir con la Psicometría Parapsicológica). De los estudios de Jung se crea el MBTI del cuál les hablaré más cuando tenga sus resultados de los tests :P.

Entonces les agradecería mucho que tomaran el test y compartieran conmigo los resultados, incluyendo los números que ahí aparecerán. Mientras más resultados tenga, comprenderé más claramente el modelo en que se basa. Pueden seguir con sus actividades mientras lo llenan ya que no tiene límite de tiempo, lo fundamental es que sean lo más precisos posibles, cuando contesten una pregunta traten de asegurarse que su respuesta no está siendo influenciada por algún elemento externo (como la música que estén escuchando o alguien que esté cerca). No debe llevarles más de media hora completarlo. Prometo darles de regreso información interesante de acuerdo a sus resultados. Gracias de antemano.

jueves, marzo 01, 2007

Hace algunos años, cuando visitaba a un amigo en Guadalajara, una actividad que invariablemente hacíamos era visitar la librería Gandhi, ya que en mi ciudad no había. Pasábamos un par de horas, yo siempre como niño en dulcería, no sólo por los libros, sino por las películas. Hace algunos meses cambié mi ciudad de residencia justo cuando llegó la Gandhi a ella. Afortunadamente en la ciudad en que vivo ahora, también hay y el fin de semana pasado fui con otro amigo.

Mi primer decisión de compra, y sencilla, fue Shichinin No Samurai, porque es un clásico y siempre la había visto mucho más cara de lo que la conseguí. Mi segunda decisión fue The Corporation, un documental que anunciaba falsamente ser de Michael Moore y que me decepcionó mucho. Mi tercer decisión fue, Wilbur Wants to Kill Himself, una comedia negra/drama muy interesante que vi hace mucho en un festival de cine. Además mi amigo llevó Acid House, basada en una novela del mismo escritor de Trainspotting y Dune de David Lynch (interesantísima por cierto), ya se imaginarán nuestro productivo fin de semana.

The Corporation es un documental que critica severamente a las grandes empresas. El planteamiento es; hace ya muchos años que a estas empresas se les dió el papel legal de "personas", por ejemplo en México las conocemos como "personas morales". De manera creativa en comparación al desarrollo general (nefasto), comienzan a desarrollar un perfil psicológico de ciertas corporaciones, partiendo de que son "personas". Las encuentran irresponsables, mentirosas, con problemas para comprometerse, excesivamente ambiciosas y hasta genocidas.

Creo, que al analizar únicamente una cara de la moneda, en prácticamente cualquier tema, sólo vas a encontrar cosas que favorezcan el sentido de tu búsqueda. Pero vamos a pensar en algún "avatar del bien" que sea difícil de encontrarle un aspecto negativo... digamos un monje Zen.

Ahora digamos que partiendo de que las corporaciones son personas, las convirtiéramos a todas ellas en monjes Zen... no tendríamos algo llamado mercado, ni algo llamado tecnología, ni algo llamado empresa por principio de cuentas... el concepto de economía sería algo medio surreal también.

¿Es posible remontar nuestra cotidianidad a un entorno en que el poder esté en manos de monjes Zen? no, difícilmente se me puede ocurrir algo más utópico. Si mañana todos despertáramos en el sendero de la iluminación encontrando la felicidad efímera y eterna al mismo tiempo en cada una de nuestras limitantes haciéndolas desaparecer a su vez, sería maravilloso, pero tenemos el impedimento cultural de cientos de generaciones que han optado por la ambición y el desarollo primero individual, luego de sus seres queridos y finalmente de su versión limitada de "comunidad".

¿Significa que está mal? en absoluto, porque es el camino realista, desgraciadamente termina obligándonos a competir, y al final el problema que percibo es la incapacidad de muchos de encontrar un límite satisfactor.

Hace ya varios años fui a dar una plática a un campus del Tec de Monterrey, a algunos alumnos de preparatoria que estaban a punto de vivir la experiencia del servicio social. Un amigo (quien por cierto es teólogo y nos aventábamos unas discusiones de religión muy interesantes) me pidió que les platicara de la "cultura light", ya que los veía muy desmotivados respecto al servicio social y él lo estaba coordinando.

Mi estrategia fue repartir a algunos de ellos (a 54, con jokers) un mazo de cartas inglesas. No les expliqué en un inicio para qué eran y les comencé a hablar de lo que podía significar el servicio social, les expliqué que la "cultura light" era un comportamiento superficial y desinteresado que limitaba el desarrollo personal. Los invité a hablar en cualquier momento y les decía "muéstrame qué carta te tocó", "una reina", "ah muy bien, imagínense que como la compañera tiene una reina puede opinar, pero que quienes tuvieran algo menor al Jack no pudieran". A la mayoría no les gustó la idea por supuesto y entonces les expliqué que en realidad así es como funcionaba el mundo. Les dije que no todas las personas tienen las mismas oportunidades y que con el sólo hecho de estudiar preparatoria, en una escuela como el Tec de Monterrey, significaba que al nacer les había tocado algo así como un Rey. Con el tono más fresa que he oído en mi vida, un muchacho me preguntó "¿y tenemos la culpa de haber nacido con un Rey?, ¿somos malos por eso?". Le expliqué que por supuesto no, pero que la "cultura light" podía provocar que su visión se redujera a dos números, el Rey y el As, y que prácticas como el servicio social podían extender su visión hacia el resto de las cartas, y que tener una visión más amplia era fundamental para desarrollarnos más integralmente.

Poco a poco hubo más apertura y empezaron a entender el concepto. La vida en general y la Microeconomía en particular pueden resultar extremadamente complejos, el sistema socialista ha requerido ser opresor para desarrollarse, y poco a poco han ido cayendo al capitalismo los países de raíces comunistas. El capitalismo, como lo conocemos, difícilmente será eternamente sostenible porque la excesiva riqueza de pocos tiene un reflejo en la extrema pobreza de muchos. Todos los humanos somos iguales en términos de concepto, pero la verdad es que pocos tenemos mucho más oportunidades que la mayoría. ¿Cuál es entonces la tercer vía?, sentarnos a criticar a las corporaciones sin hacer una propuesta no lo es, criticar la opresión del socialismo, del fascismo y hasta del absolutismo, tampoco resuelve nada.

La verdadera tercera vía (en términos históricos ya estamos viviendo una) tendría qué ser promovida por la gente que tiene el poder para que pueda surtir efecto, pero ellos están siendo directamente beneficiados por el esquema actual, difícilmente querrán un cambio verdaderamente significativo. La única respuesta viable parece entonces que debe venir de aquellos que aún no hemos sido corruptos por el poder (o por la cultura o por lo que sea) y que de alguna manera podríamos acceder a él. Pareciera que entonces todos los que no hemos optado por ser parte de la "cultura light" tenemos una responsabilidad latente, que casi siempre hacemos a un lado porque ya tenemos suficientes cosas en qué pensar respecto a nuestra propia vida. Si decidimos no incidir deberemos esperar a ver cómo lo resuelve alguien más o cómo llega a ser insostenible (qué efectos sociales arrastrará).